Una estación depuradora de aguas residuales, o EDAR, tiene como objetivo fundamental recoger las aguas, y eliminar las sustancias contaminantes de esta para que puedan ser devueltas al ciclo del agua, bien mediante desagüe al mar o para su reutilización directa: residuos, aceites, arenas, otros sólidos que producen sedimentos, nitratos, amoniaco y fosfatos, entre otros.