en detalle
¿Qué es la Aerotermia?
Se denomina aerotermia a la técnica que gestiona la energía térmica que una bomba de calor extrae del aire ambiente. Se considera legalmente energía de fuente renovable conforme a la directiva 2009/28/CE de la Unión Europea.
Para proporcionar 100 unidades de energía térmica (calor) la aerotermia necesita usar en torno a 30 unidades de energía eléctrica, según la eficiencia del aparato (marca, modelo, etc.), de su estado de mantenimiento y de la mayor o menor diferencia de temperatura entre el exterior y el interior.
Usos de la aerotermia
En su uso para calefacción, el aparato de aerotermia extrae calor del aire exterior y lo inyecta en el interior.
Cuando funciona para refrigeración, trabaja a la inversa, del interior al exterior. En este modo de funcionamiento de la aerotermia, la mayoría de los aparatos de aire acondicionado también extraen vapor de agua del aire interior y lo expulsan al exterior en forma de agua líquida.
A igualdad de superficie que calentar, la instalación de una calefacción aerotérmica cuesta algo más que una calefacción convencional, pero se en mucho meno tiempo.
En cuanto a mantenimientos, hay que tener en cuenta que el único componente con desgaste desgaste en la bomba de calor es el compresor, pero que presenta una vida útil muy larga, y de fácil recambio. Las bombas de calor aerotérmicas tienen una vida útil media alrededor de los 20-25 años.
Las instalaciones de calor aerotérmicas no dependen de un almacenamiento de combustible que se debe renovar periódicamente o de acometidas especifícas, y la ubicación de las máquinas no está condicionada por chimeneas o producción de gases de combustión. Es, por tanto, un sistema limpio, sin reposiciones ni almacenaje.
Según la Organización de Consumidores y Usuarios OCU:
Los sistemas de aerotermia no producen CO2 directamente, ya que no se produce ninguna combustión en su sistema para la generación de frio o calor, no obstante, no podemos olvidar que para su funcionamiento necesitan electricidad, que si produce CO2 en su producción. Se considera un sistema de energía renovable, no sólo porque no produzcan CO2 y porque su funcionamiento sea mediante aire, sino por su elevado rendimiento: por cada kWh eléctrico consumido, el equipo de aerotermia puede producir en condiciones óptimas de funcionamiento 4-5 kWh térmicos.
Su consideración de renovable permite su uso en lugar de biomasa o solar térmica para la producción de ACS en el caso de obra nueva o rehabilitación, para cumplir con los requisitos del CTE.
Su uso supone un importante ahorro principalmente energético y de emisiones si lo compramos con otros sistemas de calefacción, lamentablemente el mayor escollo de esta tecnología actualmente es su inversión inicial, que hace que su amortización sea más interesante, cuanto mayor sean las necesidades energéticas de la vivienda en la que se instale. Además, al funcionar con electricidad, y en general necesitar de la contratación de una alta potencia, aunque su rendimiento sea muy bueno, el coste de producción de calor, puede no serlo tanto, si lo comparamos por ejemplo con una caldera de condensación de gas natural (el coste global sería bastante similar).
Por ejemplo comparemos dos instalaciones, una con caldera de condensación de gas y enfriadora, para calefacción, ACS y refrigeración, y otra de una instalación de aerotermia, para la primera instalación tendríamos dos suministros energéticos, por un lado el contrato de luz y el de gas, y por otro sólo el de luz, la diferencia estará en que por ejemplo para el primero sólo necesitarnos tener contratada 4.6 kW de potencia, y para el segundo, 9.2 kW de potencia, de manera, que aunque el consumo de electricidad en el segundo caso sea de una tercera parte, respecto al consumo de gas del primero, como el precio de la electricidad es superior al del gas, y pagaremos más por el término fijo, al tener contratada más potencia, al final no existirá una diferencia significativa que justifique la instalación de un sistema u otro, desde el punto de vista económico:
Por otro lado conviene tener en cuenta que es imprescindible un estudio técnico inicial, no se trata de una caldera que podamos seleccionar nosotros directamente estimando las necesidades de calefacción según el tamaño de nuestra vivienda. Al ser el aire exterior la fuente de energía de estos sistemas, la climatología del lugar en el que se vaya a instalar es determinante en el rendimiento del sistema, y por tanto hace que su instalación sea interesante o no.
Por ejemplo comparemos dos instalaciones, una con caldera de condensación de gas y enfriadora, para calefacción, ACS y refrigeración, y otra de una instalación de aerotermia, para la primera instalación tendríamos dos suministros energéticos, por un lado el contrato de luz y el de gas, y por otro sólo el de luz, la diferencia estará en que por ejemplo para el primero sólo necesitarnos tener contratada 4.6 kW de potencia, y para el segundo, 9.2 kW de potencia, de manera, que aunque el consumo de electricidad en el segundo caso sea de una tercera parte, respecto al consumo de gas del primero, como el precio de la electricidad es superior al del gas, y pagaremos más por el término fijo, al tener contratada más potencia, al final no existirá una diferencia significativa que justifique la instalación de un sistema u otro, desde el punto de vista económico:¿Quieres saber cómo podemos ayudarte a vivir más verde y más rentable? Ahorra contactando ahora.
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